martes, 26 de abril de 2016

EXPERIMENTOS QUE DESCARTARON LA TEORÍA DE LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA

Experimento de Spallanzani

Spallanzani demostró que no existe la generación espontánea de la vida. En 1769, tras rechazar la teoría de la generación espontánea, Spallanzani diseñó experimentos para refutar los realizados por el sacerdote católico inglés Needham, que había calentado y  sellado caldo de carne en diversos recipientes; dado que se habían encontrado microorganismos en el caldo tras abrir los recipientes, Needham creía que esto demostraba que la vida surge de la materia no viviente. No obstante, prolongando el periodo de calentamiento y sellando con más cuidado los recipientes, Spallanzani pudo demostrar que dichos caldos no generaban microorganismos mientras los recipientes estuvieran sellados y esterilizados.

   

Experimento de Francisco Redi

En un frasco de vidrio (A), Redi colocó un trozo de carne cruda en su interior, dejando al descubierto el orificio por donde depositó la carne. En un segundo frasco de vidrio (B), Redi colocó un trozo de carne de cruda, tapando el orificio de éste con una tapa, de manera hermética. En un tercer frasco de vidrio (B), Redi colocó un trozo de carne cruda en su interior, cubriendo el orificio de entrada con una fina capa de gasa.  A los 3 frascos de vidrio se permitió el acceso de moscas, las cuáles se posaron en estos 3 frascos de diversas maneras:
En el frasco A, las moscas entraron al interior de este y estuvieron en contacto directo con la carne, de la cual en un tiempo corto emergieron larvas de mosca.
En el frasco B, las moscas tampoco tuvieron contacto directo con la carne, la cual también se descompuso y no emergieron de ella larvas.
En el frasco C, las moscas se posaron sobre la gasa que cubría la abertura del frasco, dejando sobre este pequeño huevo de mosca, y la carne si bien se descompuso, no presentó larvas.
A través de este sencillo experimento Redi demostró que las moscas llegaban desde fuera a depositar sus huevos, a partir de los cuales emergerían los “gusanos” (larvas de moscas) típicos de la carne en descomposición.



Experimento de Louis Pasteur

A pesar de los experimentos de Redi, no todo el mundo quedó convencido de la falsedad de la teoría de la generación espontánea. Durante el siglo XVIII, con el desarrollo de la microscopía, se acumulaban los descubrimientos de organismos microscópicos como levaduras y otros hongos, bacterias y protistas. Para algunos, la generación espontánea era posible para los organismos microscópicos. En el siglo XIX, el químico y biólogo Pasteur rebatió de manera contundente la teoría de la generación espontánea. Pasteur había estudiado las fermentaciones alcohólica y láctica y las relacionaba con la actividad de microorganismos. Por otra parte había comprobado que las fermentaciones y algunas enfermedades eran causadas por microorganismos que se encontraban en el aire. También había comprobado que las altas temperaturas eliminan los microorganismos. Por ejemplo, la ebullición durante un determinado tiempo elimina cualquier organismo. Pasteur propuso el siguiente experimento:

“Pongo en un frasco de cristal líquidos muy alterables en contacto con
el aire normal, como agua de levadura de cerveza con azúcar, orina, etc.
Después tuerzo el cuello del frasco de manera que quede curvado, hiervo el
líquido durante unos minutos y lo dejo enfriar. Aunque sea sorprendente para
los que se ocupan de los delicados experimentos sobre la generación
espontánea, el líquido del matraz permanece inalterable definitivamente”.

En el codo del cuello se acumulaba una pequeña cantidad de polvo. Aunque el líquido estaba en contacto con el aire, no se alteraba. En cambio si se rompía el cuello del frasco, el líquido se enturbiaba al cabo de un tiempo.

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